Chico Mendes, un ecosocialista

Carlos Walter Porto-Gonçalves

El 22 de diciembre de 2008 se cumplen 20 años de la muerte de Chico Mendes, quien fuera asesinado frente a su casa. Personaje de importancia internacional, su figura crece conforme transcurre el tiempo, mientras los problemas que señaló y enfrentó, siguen vigentes. Su vida y lucha serán objeto de homenajes nacionales y de la Semana Chico Mendes en Brasil, que se realiza del 15 al 22 de diciembre en Río Branco, Xapurí. La revista Cultura y Representaciones Sociales hace eco de tan importante celebración y presenta el artículo del Dr. Carlos Walter Porto Gonçalves, quien fue asesor y amigo de Chico Mendes. El texto fue traducido por los doctores Leticia Durand y Arturo Argueta del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM quienes igualmente añaden las notas editoriales.

Francisco Alves Mendes Filho nació en el Seringal (1) Porto Rico, en el municipio de Xapuri el 15 de diciembre de 1944; hijo de padres originarios del noreste de Brasil (2) que migraron a la Amazonia como muchos otros campesinos empobrecidos —principalmente durante la segunda mitad del siglo XIX—. Desde los 11 años trabajó de seringueiro, como se les llama en Brasil a las personas que se dedican a extraer el látex de los árboles de Hevea brasiliensis y, así, compartió el destino común de aquellas familias cuyos hijos, en vez de ir a la escuela, trabajaban en los seringales.

Chico (3) Mendes tuvo la fortuna de encontrarse con quien sería su gran maestro, Fernando Euclides Távora, quien no sólo le enseñó a leer y escribir sino que le mostró el camino que lo haría interesarse por el destino del Planeta y la humanidad. Euclides Távora era un militante comunista que había participado activamente en la revuelta comunista de 1935 en Fortaleza, capital del estado de Ceará y, más tarde, en la Revolución de 1952 en Bolivia. Al regresar a Brasil, a través del estado de Acre, Euclides Távora se asienta en Xapuri y se convierte en guía de Chico Mendes, quien siempre hablaba con gran cariño de su mentor y educador político y a quien nunca más volvió a ver después del golpe de estado de 1964 en Brasil.

La educación se convirtió en una verdadera obsesión para Chico Mendes, quien le daba un sentido mucho más político que práctico pues pensaba que al saber leer y escribir el seringueiro podría defenderse de los robos en las cuentas de la tienda de raya del patrón. En 1975, cuando ya militaba en las comunidades eclesiásticas de base (las Cebs), funda el primer sindicato de trabajadores rurales en la ciudad de Brasiléia, en Acre, junto con su amigo Wilson Pinheiro.

En marzo de 1976 organiza con varios compañeros el primer Empate en el Seringal Carmen. Un Empate consistía en la reunión de hombres, mujeres y niños en los seringales, bajo el liderazgo de los sindicatos, para tratar de impedir, con su presencia, la deforestación de la selva, por parte de los ganaderos, generalmente radicados fuera de Acre. Más tarde, los empates se tornarían en acciones emblemáticas de la lucha de los seringueiros. Durante los empates se alertaba a los peones, que la tala de la selva significaba la expulsión de las familias de seringueiros que, sin árboles, se quedaban sin trabajo. Se les invitaba a colaborar con su lucha ofreciéndoles colocações y estradas (4) para trabajar el látex y, manteniéndose firmes, los seringueiros expulsaban de sus campamentos de destrucción a los peones encargados de derribar la selva. Los empates tuvieron un papel decisivo en la consolidación de la identidad de los seringueiros y esa acción de resistencia logró llamar la atención de todo el Brasil. Especialmente, después del asesinato de Wilson Pinheiro el 21 de julio de 1980.

Chico Mendes continuó movilizando a los seringueiros con los empates, aun después de que las autoridades gubernamentales, frente al éxito de la resistencia de los seringueiros, comenzaron a desarrollar proyectos de colonización. Chico Mendes, desde entonces, mostraría una lúcida comprensión del significado de aquella estrategia gubernamental que, incluso, encontraba eco entre militantes sindicales pero que él rechazó tajantemente. Consideraba el seringueiro dejaría de ser seringueiro, convirtiéndose, al aceptar un pedazo de tierra, en un colono-agricultor confinado a una parcela de 50 o 100 hectáreas. Chico Mendes apreciaba el modo de vida del seringueiro, quien utilizaba un pequeño solar junto a la casa para establecer algunos cultivos y criar animales de corral, mientras colectaba frutos y resinas en la selva, entre ellos el látex. Para los seringueiros la fuente de trabajo no es la tierra, sino el monte, la selva. De esta forma, más que por una hectárea de tierra los seringueiros luchaban por la selva y fue por esta firme convicción, que Chico Mendes logró el apoyo de sus pares y se acercó a los ecologistas. Esto último, sin embargo, lo hizo siempre con mucha desconfianza, como nunca se cansó de manifestarlo a sus amigos.

Como comunista, Chico Mendes desconfiaba no sólo de los ecologistas sino también de una serie de movimientos sociales que empezaban a cobrar importancia en aquellos años (movimientos de mujeres, negros, homosexuales) y que, creía, dividían la lucha de los trabajadores. No obstante, como un hombre práctico, fue capaz de subordinar algunos de sus principios políticos sin perder el sentido último de su lucha. Chico Mendes se dio cuenta que los ecologistas al defender la selva eran, en términos concretos, aliados importantes para la lucha de los seringueiros y, además, les permitían salir del aislamiento al que estaban confinados. Los ecologistas, por su parte, reconocían la importancia de las demandas de los seringueiros y de acciones como los empates en la preservación de la selva.

A partir de esa alianza, Chico Mendes formuló un principio que caracterizaría su proyecto ideológico-político: “No hay defensa de la selva sin la defensa de los pueblos de la selva”. Principio que puede muy bien hacerse extensivo a otras situaciones en pro de la naturaleza. Chico Mendes observó que la lucha de los seringueiros era una lucha por los intereses de la humanidad y, poco a poco, fue reafirmando su certeza de que además de la explotación de los trabajadores, el capitalismo ostenta una voraz fuerza destructiva que debía ser combatida. Así, Chico Mendes se convierte en uno de los mayores próceres del ecosocialismo, al lograr conjugar la lucha contra la devastación ecológica con la lucha contra la explotación y el capitalismo. Finalmente, desarrolló una fina interpretación holística, rechazando tanto al sindicalismo limitado como al ecologismo restringido.

En 1984, en un encuentro nacional de trabajadores rurales, Chico Mendes defendió una propuesta, osada para la época, en la que planteaba que la reforma agraria debería respetar los contextos sociales y culturales específicos y, un año después, al fundar el Consejo Nacional de Seringueiros en Brasilia, comienza a desarrollar, junto con sus compañeros, el modelo de la Reserva Extractivista. Esta idea constituye una verdadera revolución en la concepción de unidades de conservación ambiental pues, por primera vez, no separaba al hombre de la naturaleza. Chico Mendes acostumbraba a decir que la Reserva Extractivista era la reforma agraria de los seringueiros.

La Reserva Extractivista consagra todos los principios ideológicos que Chico Mendes defendía, puesto que cada familia tenía la prerrogativa del usufructo de su casa, solar y veredas de recolección de seringa pero, al mismo tiempo, la tierra y la selva eran de uso comunitario: todos en la comunidad podían cazar y recolectar en los espacios entre las veredas de cada familia, una idea comunitaria inspirada en las Reservas Indígenas.

Desde entonces Chico Mendes se empeñó, junto con su amigo Ailton Krenak,(5) en la construcción de la Alianza de los Pueblos de la Selva, uniendo a indios y seringueiros e invirtiendo la historia de masacres que hasta entonces éstos habían protagonizado, instigadas por las grandes empresas de látex ligadas a los consorcios y redes de abasto regional que, juntos, constituían el complejo de explotación del látex.(6) Aquí también el profundo sentido humanístico y no antropocéntrico de la ideología de Chico Mendes ganaba sentido práctico: la propuesta de Reserva Extractivista incluía una relación innovadora con el Estado, pues aun cuando la propiedad formal de la Reserva Extractivista era del Estado —en este caso específico, del IBAMA—,(7) la gestión y la responsabilidad de la misma eran de la comunidad, siendo una obligación del órgano público supervisar el cumplimiento del contrato de concesión de derecho de uso.

Este fue un pacto que se estableció entre el Estado y los seringueiros. Es decir, el notable conocimiento de los seringueiros se torna un elemento clave de la concesión del derecho de uso que el Estado les confiere. Este principio fue violentado por el Sistema Nacional de Unidades de Conservación (8) (SNUC), aprobado en el año 2000 y que debe ser considerado, rigurosamente, como el segundo asesinato de Chico Mendes, pues elimina el saber de las poblaciones tradicionales como la base del derecho que tienen a sus territorios y preconiza que todos los planes de manejo deben ser hechos por los técnicos. Tenemos aquí un bello ejemplo del pensamiento colonizado, del colonialismo en los saberes, y en el cual el poder desperdicia la riqueza de la experiencia humana materializada en las múltiples formas de conocimiento que la diversidad humana ha inventado.

En toda su vida Chico Mendes jamás dejó de dedicarse a la construcción de instrumentos para las luchas políticas y sociales, tanto siendo dirigente nacional de la Central Única de los Trabajadores y del partido de los Trabajadores así como del Consejo Nacional de Seringueiros.

El legado político y moral de Chico Mendes es enorme y puede ser visto, tanto por los intelectuales que reconocen la originalidad de sus ideas y prácticas políticas, como por los políticos que, tanto en el Acre como en Brasil, tienen cargos de presidentes municipales, diputados, gobernadores o ministros, porque estuvieron asociados a las luchas que Chico protagonizó, aunque debemos señalar que algunos de sus compañeros en el Acre prefieren hablar del “Gobierno de la Selva” y no del “Gobierno de los Pueblos de la Selva”. (9)

Tanto en Brasil como en el mundo, el trabajo de Chico Mendes fue ampliamente reconocido: en 1987 recibió en Londres el Premio Global 500 de la ONU y en Nueva York, la Medalla de la Sociedad por un Mundo Mejor; y en 1988 el título de Ciudadano Honorario de la Ciudad de Río de Janeiro.

Su enorme creencia en la habilidad humana para superar las contradicciones del mundo en que vivimos, organizándonos social y políticamente, fue capaz de inspirar todo un conjunto de ideas y prácticas hoy en curso en un mundo que observa a la naturaleza, con su productividad y capacidad de auto-organización (neguentropía), y a la creatividad humana en su diversidad cultural, como las grandes bases de una nueva racionalidad ambiental en los términos de Enrique Leff, o como a Chico le gustaba decir: “una sociedad que combine el socialismo con la ecología”.

El 22 de diciembre de 1988, asesinos ligados a la UDR (Unión Democrática Ruralista), intentaron callar con una bala esa voz cuya fuerza, tal como una poronga (10) continúa iluminando los caminos.



1 Seringal es una área de la selva amazónica donde se realiza el aprovechamiento de las seringueiras, árboles de la especie Hevea brasiliensis, de cuales se extrae el látex o seringa.

2 El nordeste de Brasil es una región semiárida, de sequías prolongadas, con una dis¬tribución desigual de tierra y que, al ser de las más pobres del país, la hacen una zona de fuerte expulsión de población.

3 Chico, diminutivo de Francisco en portugués.

4 La colocación es el lugar donde viven los seringueiros y se encuentran dispersas al inte¬rior del seringal. Las estradas son las veredas que rodean y cruzan las extensiones que contienen los árboles de Hevea y que los seringueiros recorren para colectar látex; cada estrada consta de unos 150 árboles de hule.

5 Ailton Krenak es un líder histórico de los pueblos indígenas, coordinador de la Unión de Naciones Indígenas de Brasil (UNI), en 1989.

6 Se trata de las pequeñas casas de avío, que dependían de las grandes casas que operaban en Belem o Manaus, y que compraban cada vez más barato el látex y vendían sus avíos cada vez más caros, sujetando al seringueiro a una cadena de deudas impagables.

7 Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables.

8 El SNUC aglutina a todas las Unidades de Conservación federales, estatales y municipales, como son los Parques Nacionales y Estatales, las Reservas Biológicas, las Reservas Ecológicas, las Estaciones Ecológicas las Áreas de Protección Ambiental, según la Ley 9985/2000.

9 Eliminan así al Sujeto social y colectivo, constituido por los indios de las selvas y los seringueiros.

10 Instrumento que los seringueiros cargan sobre su cabeza para iluminar los caminos en la selva cuando salen en la madrugada a trabajar. Chico Mendes le puso el nombre de poronga a la cartilla de alfabetización de los seringueiros.


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